domingo, 27 de octubre de 2013

Razones para lamentarse

Asistimos, agonizantes, a la aniquilación de la sociedad de bienestar por parte de las élites políticas y económicas que rigen el mundo.
Hemos visto con pasividad como nuestros intentos por salvar nuestros derechos eran pisoteados no por nuestros enemigos, sino por nuestra condición humana.
En su momento el 15M fue la excusa perfecta para la revolución necesaria, que se vino abajo por el afán de protagonismo de unos pocos.
No volveremos a conquistar lo que hemos perdido, y lamentablemente ese es el legado que nuestros hijos recibirán de nosotros, hemos hipotecado sus vidas, sus futuros, tendremos que vivir con esa culpa.
El hombre, en su inmenso egocentrismo lo ha jodido todo, ellos por el poder y nosotros por pasividad.
Lastima que nuestros hijos no vayan a vivir mejor que nosotros por no reaccionar.
Ángel Iglesias

No hay comentarios:

Publicar un comentario