lunes, 5 de enero de 2015

Gracias a tod@s

No se me ocurre mejor sensación en la vida que ser apreciado por quien aprecias.
A este respecto cuento con la inmensa suerte de gozar de excelentes amigos y familia.
Dicen que los amigos se reconocen en los malos momentos, de esos que la vida tiene la manía de darte sin que los pidas.
Si eso es cierto,  cuento con algunos amigos que no merezco,  y para los cuales,  espero siempre ser capaz de dar la talla,  aunque el listón esta muy alto.
Cada una de las personas que forman parte de este grupo,  deberían saber ya quienes son, si no es así,  es que lo he hecho rematadamente mal.
Algunos están ahí, siempre,  al pie del cañón y dada la proximidad geográfica tengo la ocasión de disfrutarlos.
Otros estando a veces en la distancia, ya sea geográfica o de situación personal, se sienten tan fuerte como si estuviesen presentes.
En cualquier modo,  hay una cosa que tengo clara,  podría quejarme de muchas cosas en mi vida,  pero a este respecto soy millonario.
No te juzgan en lo que haces, ríen contigo y lo que es mas importante, lloran también y te ofrecen un hombro sobre el que hacerlo.
Yo no se si los reyes magos existen, pero desde luego hace algunos años que se han portado muy bien conmigo y sin duda el regalo más preciado que podría pedir un día como hoy es que un año mas sigáis ahí,  aguantándome,  prometo hacer lo mismo y todo lo que yo tenga o pueda tener en el futuro será siempre tan vuestro como mio.
El nuevo año ha empezado,  y con el ilusiones nuevas, nuevos retos y problemas,  contad conmigo para todo ello.

Os quiero.

sábado, 3 de enero de 2015

AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS


Hace tiempo que esta reflexión me ronda la cabeza, he decidido no esperar más para plasmarla públicamente, porque una vez prometí que las personas importantes en mi vida debian saberlo, no  soy evidentemente un literato, pero aseguro que si me dais unos segundos para vaciar la mente de problemas y cuestiones diarias,  lo siguiente que veréis escrito es una parte profunda de mi corazón que ha sido hasta hoy personal.

El tiempo pasa, inexorable, y los hechos en la vida de una persona se suceden.
A veces, si tienes suerte, la vida te sonríe y consigues alcanzar alguna meta minúscula de todas las que te has marcado cuando eras un adolescente y empezabas a vivir de verdad, a volar solo.
La adolescencia, esa parte de tu vida en la que gran parte de tus problemas tienen que ver con cosas que mas tarde entenderás que no eran tan importantes, en cambio en ese momento eran tu mundo entero.
Supongo que todos lo hacemos alguna vez, volvemos la vista atrás y recordamos las personas, las situaciones, y en nuestra mente volamos hacia momentos en los que hubiésemos hecho las cosas de otra forma.
He repasado mentalmente mi vida algunas veces, tocando la guitarra, escuchando música....
Esos repasos están, en su mayoria, centrados en esa etapa tan crucial en la formación del carácter de una persona.
Me invaden los recuerdos y me dejo caer en un pozo donde el fondo es, por entonces, mi segunda familia,sin saber que, pasados los años, todo ese capital invisible de recuerdos me acompañaría para siempre y que la históría de mi vida se vería condicionada en gran medida, por las enseñanzas y experiencias que mi segunda familia me aportaría.
Uno no es consciente de lo que puede llegar a significar alguien en su vida hasta que el tiempo lo desvela, y desde hace algunos años el tiempo ha sido claro a este respecto y muestra siempre las mismas caras, las mismas personas y un millón de situaciones, a veces hermosas y a veces no, pero siempre importantes.
Y es cuando las cosas están difíciles cuando recurro a mi refugio interior en el que se mezclan palabras que, solamente con recordarlas hacen que sonrías y sientas que todo va a ir bien, que te hacen sentirte acompañado en este viaje que es a veces es un páramo de soledad aunque te rodee la gente, la vida.
Una de las palabras que me acompaña siempre es Amorín, se que puede parecer un sencillo apellido pero para mi durante mucho tiempo significó una vida y con el paso del tiempo ha vuelto en forma de recuerdo indeleble y reconfortante al que acudo con frecuencia cuando me siento perdido para refugiarme de mis fantasmas presentes anulándolos con ilusiones pasadas.
Solamente recordando ese apellido mi cara esboza una sonrisa en la cual es muy dulce dejarse caer, y seguir tirando del hilo, y recordar Tixosa, La cabadiña, Caspulla, Mariscona o la Frase "pero me cajo na madre que vos pariu" que me ha hecho reir tanto tiempo y todavía lo sigue haciendo.
Recuerdo canciones y momentos, Forever Young de Alphaville siempre estará ligada a ese momento y grabada a fuego junto con el Hawaii Pub que mi amigo Javi regentaba.
Recuerdo magostos con sus castañas y vino tinto, en la cocina de la casa aislada de Crecente, riendo y contándonos cosas.
Recuerdo la chimenea de esa casa, con Zaida y Otto y una botella de cava.
Y recuerdo siempre a la persona que dirigía toda esta orquesta de emociones cuando estaba presente, Agustina Amorín.
Era la jefa, siempre me dio la sensación de ser una persona muy pícara y siempre era bonito verla sonreir con los ojos entrecerrados y los coloretes que siempre adornan su cara, algo que su hija también heredó.
Es cierto que hace tiempo que no nos vemos, que la vida nos ha llevado por derroteros diferentes y que pese a nuestra cercanía física resulta complicado, o hacemos que resulte complicado tomar un café y recordar juntos, pero si todo lo vivido en aquella etapa ha significado algo para todos vosotrros, estoy seguro de que muchas veces coincidiremos en el mismo pensamiento y será como estar juntos de nuevo.
Por todo ello gracias Família Amorín y muy especialmente Judith y Agustina por enseñarme muchas de las cosas buenas de la vida que me acompañaran siempre.

Estoy con vosotros siempre.